domingo, 9 de febrero de 2014

A OSCURAS.

La Pingolla: A OSCURAS, publicada el 28 de diciembre de 2013.

Era muy lógico que los mozos cantaran aquello de “la luz de este pueblo/es una porquería:/se apaga de noche/y se enciende de día”.  Cuando el río Alagón venía crecido, el motor que producía la energía eléctrica no funcionaba y había que echar mano de otro artilugio que tenía instalado en su fábrica de harina el vecino Daniel Basquero Blasco, conocido por Ti Daniel “Fusca”, hijo de la villa hurdana de El Casar de Palomero pero casado en el pueblo.  Mas la  luz se iba cuando le daba la gana y había que acudir al candil y al carburo.  Para transitar de noche por las calles e ir a las cuadras, el farol de aceite.  Sin embargo, para María García Gutiérrez, que nunca alcanzó el título de “Ti” porque permaneció solterona hasta octubre de 2003, cuando falleció con 87 primaveras, jamás fueron problemas las bombillas.  Aunque pertenecía por línea paterna al clan vecinal de “Los Perrengues”, ella pasó a ser conocida en el lugar como María “Sin Luz”.  Prefería andar a oscuras antes que soltar los cuartos.  Según cuentan, se excusaba diciendo que “a la lú de la vela y la candela, no hay mujel fea”.  Y añadía: “yo no me ráhcu loh bolsílluh pa ésah andróminah de la lú, que loh mih ójuh ya ehtán enseñáuh a la ehcuriá; asín que el que quiera víciuh, que s,aprieti el cinchu”.

     Dice un adagio antiguo que “donde hay luz también hay sombras”.  Y no hablamos de las muchos focos que alumbraban las septuagenarias arrugas del ciudadano Juan Carlos de Borbón cuando, con su voz cansina y monótona, casi gangosa, se dirigió a la nación el día de Nochebuena.  Una fotocopia de pasados años, sin un ápice de autocrítica, aunque el PP-PSOE ha hecho encaje de bolillos bipartidista para realzar tan regias palabras.  Hay luz que producen unas empresas  privatizadas, convertidas en verdaderos oligopolios, pero las sombras cubren a más de cuatro millones de españoles que sufren pobreza energética.  Engordan los bolsillos de las corporaciones eléctricas, donde hay generosamente recolocados y recompensados más de 20 exministros y altos cargos del PP, de las derechas nacionalistas y del PSOE, mientras que, en 2012, 1,4 millones de hogares de este país se veían sumidos en la oscuridad por impago de las facturas eléctricas.  Y cuando Izquierda Plural ha presentado una propuesta para que no se les corte la luz a las personas con riesgo de pobreza o de exclusión social, la derecha ha puesto el grito en el cielo.  Inmisericorde y desalmada, como acostumbró a lo largo de la historia.
     Patéticos los tartamudeos y farfulleos del socialdemócrata Rubalcaba el pasado día 20 de los corrientes, en “Las Mañanas de Cuatro”.  Tenía delante a Pablo Iglesias, el joven profesor de Ciencias Políticas, que le afeaba que dirigentes del PSOE hubiesen privatizado empresas de tanto interés estratégico y, luego, se hubiesen colocado en las mismas, con sueldos multimillonarios.  Parece como si el actual secretario general del PSOE creyera tener delante al otro Pablo Iglesias, el fundador de su partido, que le recriminaba por la deriva derechista del mismo.  Y Alfredo era todo un manojo de nervios.  Se veía cogido en renuncio y no sabía dónde esconderse.  Hasta llegó a afirmar que el artículo 128 de la Constitución, el que establece que toda la riqueza del país está subordinada al interés público y faculta al Estado para intervenir empresas cuando así lo exigiera el interés general, se encontraba obsoleto y le traía recuerdos de la Unión Soviética.  ¡Increíble en boca de alguien que se hace llamar socialista!

     Aquí, privatizan lo que es de todos, para cebar a los mercaderes del templo neoliberal (verdaderos tiburones y aprovechados rentistas y especuladores) y a sus amiguetes.  En Francia, por poner un ejemplo cercano, el 85% de la energía eléctrica es de titularidad pública.  Y en otros muchos países de nuestro entorno europeo prevalecen las titularidades estatales o municipales, con gran predominio de las energías renovables.  Por más que las organizaciones de consumidores españoles han pedido reiteradamente a los distintos gobiernos del PSOE y del PP que auditaran las empresas de energía eléctrica, solo han obtenido cortes de mangas o la callada por respuesta.
     Al paso que vamos, acabarán abocándonos a muchos españolitos ligeros de equipaje, tal que María “Sin Luz”, a alumbrarnos con el candil y la candela. Pero, ¡ojo!, que antes de quedarnos completamente a oscuras, estas prehistóricas fuentes de luz pueden avivar incandescentes llamas.

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